La inteligencia, según la RAE, es la “capacidad de entender o comprender”, en definitiva, es una facultad de la mente que permite aprender, razonar, tomar decisiones y resolver problemas.
Esta es la visión más extendida y tradicional de la inteligencia, considerada como un constructo universal y cuantificable, centrado en habilidades de razonamiento lógico, organización, planificación y memoria.
A partir de está visión, se establecieron unas categorías o niveles de inteligencia, derivados de las puntuaciones individuales de cociente intelectual (CI), obtenidas con pruebas elaboradas para tal fin. De esta manera, a las personas se nos etiqueta y categoriza con un nivel de inteligencia, lo cual puede afectar, entre otras cosas, a los aprendizajes, las relaciones, los prejuicios y los trabajos que cada uno desarrolle.
Por suerte, en los años 80 esto cambió.
Para el psicólogo, investigador y profesor de la Universidad de Harvard, Howard Gardner no tiene sentido hablar de un solo tipo de inteligencia, ya que eso supone una visión muy limitada y sesgada del ser humano. Su experiencia profesional y personal le llevó a crear la teoría de las inteligencias múltiples, en la que ”la inteligencia” se entiende como un conjunto de capacidades muy amplias y variadas que se desarrollan y entrenan por medio de la estimulación y la experiencia a lo largo de toda la vida, es decir, que no son innatas ni tampoco fijas.
Así, y aunque parezca asombroso, nadie nace siendo inteligente, sino que la inteligencia se desarrolla dependiendo del contexto de cada persona. Si que es cierto que genéticamente podemos estar más o menos predispuestos para ciertas capacidades y habilidades que favorezcan algún tipo de inteligencia, pero será el entorno y nuestras experiencias las que oculten o hagan brillar cada una de ellas.
Gardner propone 8 tipos de inteligencia que, a lo largo de la vida y en función de las circunstancias con las que nos encontremos y las decisiones que tomemos, se van desarrollando en mayor o menor medida.
Según esta teoría, todos los seres humanos tienen los ocho tipos de inteligencia (más o menos desarrollados) y, por lo general, uno o dos más desarrollados que el resto.
1. Inteligencia lingüística
Se traduce en las capacidades de algunas personas para utilizar el lenguaje de manera eficaz, creativa y habilidosa, ya sea de forma oral o escrita. También se incluyen aquí las habilidades para aprender y entender idiomas.
2. Inteligencia lógico-matemática
Este tipo de inteligencia está más desarrollada en personas que tienen la capacidad de analizar y resolver problemas. Son habilidades relacionadas con lo abstracto y lo analítico, muy presentes en los científicos o los filósofos.
3. Inteligencia espacial
Las personas capaces de representar de forma gráfica las ideas, así como orientarse adecuadamente en un lugar, son aquellas que tienen la inteligencia espacial más desarrollada.
4. Inteligencia corporal-cinestésica
Este tipo de inteligencia corresponde a una serie de habilidades relacionadas con el dominio del propio cuerpo, bien sea para la representación de ideas o sentimientos (bailarines y actores), como para la realización de actividades complejas (deportistas o cirujanos).
5. Inteligencia musical
Es un conjunto de habilidades relacionadas con la comprensión, la creación y la interpretación de sonidos, melodías, obras y canciones, y está presente en músicos, compositores, directores de orquesta, productores, técnicos de sonido…
6. Inteligencia interpersonal
Son las capacidades y habilidades para relacionarse y comunicarse con otras personas, tales como empatizar, escuchar, ayudar, comprender, hablar adecuadamente, manejo del lenguaje no verbal…
7. Inteligencia intrapersonal
Está presente en personas que tienen desarrollado su autoconocimiento y autoestima y son capaces de reflexionar sobre sí mismas. Son habilidades relacionadas con la autocrítica constructiva y el aprendizaje continuo.
8. Inteligencia naturalista
Las personas con inteligencia naturalista son capaces de comprender el entorno, ya sea rural o urbano, aunque suelen tener mayor conexión y preferencia por la naturaleza. Son personas capaces de clasificar y utilizar elementos del medio ambiente, como floristas, agricultor@s, ecologistas…
Como vemos, esta teoría abre un montón de posibilidades ya que nos permite entender a las personas de manera flexible, abierta y dinámica.
A partir de las 8 inteligencias de Gardner podemos encontrar en nosotros y en los demás, las habilidades y capacidades que mejor sabemos hacer y mejor nos hacen sentir, y así decidir nuestro camino de forma más consciente y acertada.